Situado sobre las más altas montañas de la tierra, no es sorprendente que Nepal sea conocido como el reino donde los dioses conviven con los mortales.
Así es como presenta una conocida guía de viajes el lugar protagonista de las Jornadas AMALUR 2007.
Y no le falta razón…
Aun a sabiendas que no es fácil resumir en una sola palabra la esencia de un país, en este caso nos atrevemos con ello y, sin miedo a errar, afirmamos que esta tierra destila diversidad en todos sus lugares y en todos sus momentos.
Diversidad lingüística, pues aquí encontramos decenas y docenas de lenguas y dialectos.
Diversidad étnica, pues aquí encontramos grupos tribales que nos traen a la memoria los tiempos del medievo.
Diversidad religiosa, pues aquí encontramos, en pleno siglo XXI, ante todo y ante todos, cómo el hinduismo, budismo, islamismo y otras creencias animistas conviven amistosamente en un buen ejemplo de concordia.
Diversidad biológica, pues aquí, aunque sólo represente una fracción del 1% de la tierra, encontramos aproximadamente el 10% de las aves del planeta, amén de fauna tan llamativa como tigres de Bengala, rinocerontes de un solo cuerno, gaviales, pangolines, delfines gangéticos y ¡cómo no! el mítico leopardo de las nieves.
Diversidad paisajística, pues aquí, sencillamente la geografía se interpone a la ficción.
Desde AMALUR proponemos un reto a la imaginación. Un reto personal. Un reto que nos permita disfrutar de uno de los lugares más bellos del planeta. Somos conscientes que no podremos oler el incienso en Bodhnath, ni sentir la espiritualidad que emana Pashupatinath, ni contemplar la Durbar de Patan, ni respirar el aire del monzón,… por ello nuestro anhelo es que las Jornadas de este año construyan un puente aéreo que nos permita soñar con un mundo donde lo espiritual, lo natural y la belleza estética van cogidos de la mano todos los días del año.
¡Namaste!
